Marcando el paso de una Cofradía en continua expansión, de derroche de juventud, de savia nueva que brota del árbol que creciera hace más de tres décadas, golpe de solemnidad poniendo una cofradía con estilo propio, con un sello marcándose por el paso de los años, si, este viernes de Dolores, salió Santa Cruz en Cofradía.
Se enteró Camas y se enteró el mundo, con las calles repletas de vecinos y cofrades que querían contemplar un año más el misterio que se está formando en nuestra Cofradía.
Se tenían todos los ingredientes para vivir una noche de ensueño, una tarde y noche totalmente primaveral, que ayudó a sofocar momentos de calores y calles llenas de fieles que acompañaron en todo momento al Cristo de la Caridad y su Madre, la Bendita Virgen del Rosario.
Puntual a la cita con su pueblo, se ponía la Cofradía en la calle y se podía ver tras los antifaces, ojos ilusionados de poder vivir de nuevo el acompañar a Nuestros Benditos Titulares en un nuevo paseo por las calles de nuestro pueblo.
Y tras los tramos de nazarenos, se asomaba el misterio que a los sones de la querida Esencia, que estrenaba las gorras blancas que marcan una nueva estampa en su composición. Esencia que derramaron por las calles de Camas con un elenco de marchas que a cada metro y casa nota sacaba una sonrisa de satisfacción de un público entregado a un mágico Viernes de Dolores.
Con un cielo despejado y una temperatura perfecta para acompañar a nuestros Titulares, Santa Cruz se pondría en la calle a sones de "Dios de la Caridad".
Camas disfrutó de su festivo con una Cofradía elegante y de saber estar, cortejo de buen hacer y compacto con el bloque de la cofradía.
Llegadas a la revirá de Paco Camino que daba muestras de la ilusión que se vivía bajo las trabajadoras y con un equipo de capataces derrochadores de alegría y felicidad en su estreno en el Viernes de Dolores camero.
El paso por La Cruz descubrió un nuevo paraje en un marco incomparable que culminó con una revirá histórica y una saeta entregada de Erika Leiva y que daba la llave a entrar en zonas que nos llevaba a la mente q los comienzos de aquella Cruz de mayo mítica para nuestra Hermandad.
El Cerrillo, Coronil y la entrada en Hiconsa fueron un paso emocionado para nuestros orígenes y el preludio a uno de los puntos fuertes de la noche, el paso por Guadaira sin parar, con una Banda entregada al paseo y una calle, que a pesar de su extensión, se llenó de fieles, sabedores de estar en uno de esos puntos de sabor cofrade.
Y tras pisar con fuerza por Antonio Machado, la llegada a la Plaza, demostrando oficio y buen gusto llegando el misterio hasta casi el dintel de la puerta y en simbiosis con la Banda en otra gran demostración de saber estar en el lugar adecuado para deleitar a los asistentes.
La llegada a una repleta Calle La Huerta acompañados por vecinos y mucha juventud entregada al Cristo y su Madre y marcando el paso a una noche de ensueño por las calles de nuestro pueblo.
Ángel y Alcudia marcaban el inicio de lo que menos gusta, llegar a casa, pero todo tiene un final y el inicio de un nuevo Sábado de Pasión marcaba el final de otro año de sabor dulce para los nazarenos y hermanos de Santa Cruz, y con una calle Martin Ruiz y a las puertas de la capilla llena hasta la bandera, se recibía al paso en otra gran demostración de torería camera, llevando al paso con oficio y profesionalidad hasta dentro de la capilla.
Con el toque del martillo, el paso arriaba y la emoción inundaba nuestra capilla, deseosos de que amanezca el próximo 22 de Marzo cuando todo volverá a su Ser, el Viernes de Dolores en Camas, ese día que sale Santa Cruz a las calles de Camas.